lunes, 7 de enero de 2013


De mis muchos vicios el mejor de todos es el que me recuerda mis orígenes…

Hablando de amores y de todo eso que disfrutamos me remonto a este último viaje de vacaciones que he tenido, muy enriquecedor pero más que nada una inmersión al fantástico centro de mis orígenes, tuve la dicha de nacer en la Ciudad más grande del mundo, pero celebro más el hecho de que mi familia provenga del el lugar donde Dios se detuvo un momento y pensó en lo maravilloso de su creación, por supuesto esta en esta tierra bendita llamada México, visitada y admirada alrededor del mundo, me falta espacio para describir toda esa explosión de emociones al volver al paraíso. Y ustedes se preguntarán, ¿En dónde se encuentra este paraíso? Sin pretender hacer publicidad me limitaré a decir que es el estado de Chiapas y esto lo tengo que decir porque es la tierra donde cosechan y exportan el mejor de todos mis vicios, el café de altura y bueno ¿Que tiene que ver mi gusto con el de ustedes? Pues es simple. Muchos de nuestros conflictos al enfrentarnos al conocimiento de nosotros mismo son originados precisamente porque desconocemos de donde provenimos y lastimosamente pretendemos ser quienes no somos y al hacerlo solo fingimos ante los demás para ser agradables.

¿Y el café que tiene que ver? Pues es solo que el proceso de su obtención hasta la llegada a tu mesa tiene tanto parecido al proceso mismo de la vida, y otra cosa muy parecida son los mitos que hay alrededor de él. Somos de los primeros lugares en exportar café gourmet al mundo y nosotros consumimos alrededor del 20% y lo que consumimos son productos importados y esto tiene que ver con el desconocimiento de las propiedades del aromático y las “supuestas” enfermedades que ocasiona consumirlo a menudo. Así mismo pasa con el ser humano, prejuzgamos antes de conocer las “bondades” de los otros, nos dejamos llevar por mitos que nos cuentan otras personas, tememos a entregarnos completamente porque pensamos que es la única forma de no salir lastimados sin considerar que causamos un efecto contrario.

En cuanto al proceso, lo resumiré en una simple analogía, todos somos un fruto de gran riqueza, nuestro espíritu es el grano oro mientras que nuestra esencia como persona es el aroma, si cuidamos de que nuestro espíritu no se contamine de plagas, si vamos incrementando su densidad a través de sueños cumplidos, si cuidamos nuestro cuerpo de amenazas externas y hacemos un uso correcto de todas las partes que componen nuestro ser, llegaremos a ser personas de excelencia, valoradas por todas nuestras virtudes y no debemos olvidar que somos especiales gracias a todas esas personas que cuidaron de nosotros que nos guiaron, secaron nuestras lágrimas y nos hicieron parte de su vida. Tampoco debemos olvidar que solo los mejores en espíritu prevalecerán así que nunca creas que no eres suficiente, hasta el grano verde y enfermo se aprovecha para hacer un producto delicioso.

Tuve la dicha de heredar el gusto genuino de mi tierra por el café, el cacao, el ámbar, las reservas naturales, el respeto a los individuos y la familia unida, sin duda estos elementos serian mis vicios de por vida porque son parte de la historia de mi pueblo, la historia de mi vida. ¿Y tú ya sabes que elementos de tus orígenes son de vital importancia para tu vida?

Te dejo dos consejos útiles de todo corazón:

Primero: Siempre investiga y conoce todo lo relacionado acerca de ti y tu entorno, además valóralo.
Segundo: Bebe mucho café pero que sea orgánico y de altura, esto trae consigo más beneficios a tu salud, paladar y finalmente vida.

¡Gracias por leer un poco de amores y algo más esta semana!

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